viernes, 23 de febrero de 2018

Principios de Lobbying

El Lobbying es una acción de comunicación estratégica que de manera metódica se aplica para informar a personas o instituciones —gubernamentales o no— argumentos relacionados con nuestros intereses, para que estos sirvan de sustentopeso y presión, en las decisiones que se tomen, beneficiándonos positivamente. Hay Lobbying o cabildeo, cuando uno o varios representantes de una industria o sector se reúnen con legisladores para intentar que regulen a favor de sus intereses.

Esos lobbies tienen dos caras. Por un lado, una pública y transparente encarnados en aquellos grupos que gestionan su poder de influencia desde las grandes capitales del poder, sobre todo Washington o Bruselas; y por el otro, una faceta oculta, generalmente inaccesible al público, desde la que intentan ganar voluntades de una manera más oscura (Saavedra, 2012).

En el ámbito empresarial, el lobbying es una estrategia que fortalece a las empresas en sus relaciones con el gobierno, es un medio ideal para impulsar alianzas, una opción para fomentar el crecimiento de estas, a través del Crowd-Lobbying.

Esta disciplina se sustenta en la gestiónla comunicaciónla influenciala presión y el poder, como pilares para conseguir resultados, por lo que se le considera una actividad que promueve un acto de respaldo hacia un fin específico, con el objetivo de ganar simpatizantes e inclinar las decisiones a favor de quien la promueve.

Como estrategia de comunicación, soporta su naturaleza en una política de Relaciones Públicas, cultivando contactos, relaciones y acercamientos con los poderes del Estado, con la intención de conseguir que las decisiones y medidas que se establezcan, no sean contrarias a los intereses empresariales.

Es una fuente de información para las Autoridades Públicas, recurre a la comunicación como canal de interacción con la autoridad para influir en las decisiones públicas. Por ello, a la hora de exponer el asunto a tratar, la campaña de lobbying deberá ser prolífera en la forma y manera de presentarlo, socializarlo, defenderlo y argumentarlo, haciéndolo de conocimiento público, y en consenso buscar solución.

En cuanto a su naturaleza, el lobbying es una disciplina de corte social, político y comunicativo, a su vez, para su aplicación y desempeño, se apoya en muchas ciencias, tales como la Economía, la Estadística, la Sociología, el Derecho, la Diplomacia y toda aquella, que sirva de soporte para clarificar un tema o asunto público, de alto impacto y que requiere de un tratamiento y solución, en beneficio de las necesidades, el derecho o los intereses de un grupo social, étnico, empresarial, económico, religioso o político.

En su artículo de Cabildeo, publicado en Apuntes de Didáctica y Proyectos, Lizeth Orellana (2012) describe el lobbying como un ejercicio democrático con las siguientes funciones:

1. Proponer soluciones a problemas sociales, políticos y económicos  
De manera propositiva, pasa de la queja o denuncia, a la solución. Junto al debate promueve alternativas de solución, lo que hace del lobbying un instrumento preventivo.

2. Fortalecer el poder de las organizaciones de la Sociedad Civil
Permite la construcción de la cultura de participación ciudadana, contribuye al impulso de las organizaciones sociales y civiles, aumentando su nivel de convocatoria, lo que les permite influir sobre los principales actores que toman las decisiones. 

3. Promover la participación democrática de los ciudadanos
Como instrumento de presión, el lobbying promueve la inclusión, participación y solidaridad de los ciudadanos, genera consenso y soluciones, de ahí, el concepto de Lobbycracia.

4. Buscar la solidaridad entre los ciudadanos
Un tema de lobby con un fuerte arraigo cultural, es capaz de unir a los ciudadanos, a toda una nación que se solidariza con la causa expuesta, ejemplo de ello, es el de la prohibición de las corridas de toros.

Agrega que:

El cabildeo es un medio que también utilizan las empresas para aportar a las autoridades información que sustente sus decisiones. Se basa en una metodología consistente en tres (3) etapas:

  • Recopilación y sistematización de la información, inicia con la definición del problema, establecimiento de objetivos; por ejemplo, derogar una norma, promover o modificar, una iniciativa que beneficie a una comunidad o sector de la industria.
  • Búsqueda y establecimiento de alianzas, todo esfuerzo mancomunado debe generar sinergia, si hay coincidencia de criterios, los simpatizantes se sumarán por afinidad a la causa defendida, lo que genera apoyo y acompañamiento.
  • Diseño y divulgación de una campaña de comunicación, necesaria para la difusión y comunicación de los argumentos que sustentan la causa defendida, con lo que se busca generar opinión pública, se socializa el problema o situación, para sensibilizar a todo aquel que le atañe el tema, haciéndolo mediático.
Por otra parte, su práctica debe ser transparente, legal, ética y profesional, no es profesionalización del amiguismo, trabajo al margen de la ley, ni negociaciones a espaldas del cliente (Santillán, 2013).

El lobbying no tiene por que ser un ejercicio contrario a la ética, ya que esta disciplina hace de él, una actividad profesional, cuya gestión —regulada bajo un código de conducta y transparencia— es necesaria para la sociedad y la democracia. Por su dimensión y función, contribuye a una comprensión y coexistencia entre el interés general y el interés particular.

Un lobbying bien hecho, enriquece el debate, eleva el nivel legislativo, sugiere y aporta soluciones. Es un lobbying proactivo que, con ideas, iniciativas, precisiones y argumentos, facilita el trabajo de los legisladores y la toma de decisiones, por lo que ante los ojos de la ciudadanía es bien visto y aceptado, siendo un lobbying positivo.






viernes, 9 de febrero de 2018

La Administración de Ventas en las empresas de hoy


Clasificación y denominación de la Organización de Ventas en función del diseño, la estructura, naturaleza, alcance y estrategia de la compañía.

El equipo de ventas es el instrumento básico de la empresa para lograr los objetivos de marketing. La acción que genere, es clave en la promoción y comunicación de la oferta comercial de una compañía, por consiguiente, deberá ser dirigido por un líder —cuya gestión y orientación— se sustente en los principios y funciones de la Administración de Ventas.

Para definir el concepto de Administración de Ventas, es importante comprender el de ventas, estas consisten en:

“Solucionar los problemas del comprador para beneficio de éste, del vendedor y de la empresa”, J.W. Mock.

“Vender es un arte, que involucra un proceso por medio del cual el vendedor averigua y activa las necesidades o deseos del comprador y satisface las mismas con ventajas mutuas y continuas para ambas partes”, Carlton A. Pederson.

“Traspasar a otro (comprador) por el precio convenido, la propiedad de lo que se posee y ofrece (producto) en un lugar determinado (mercado) para satisfacer necesidades”, Campo Elías Camacho Marín.

En suma, la venta es la actividad mediante la cual un vendedor persuade a un comprador para efectuar una acción de mutuo beneficio.

Siendo así, la Administración de Ventas implica llevar adelante la planeación, la organización, la ejecución y el control de las actividades que están relacionadas con la venta. Las empresas tienen como fin vender. Unas venden productos, otras ofrecen servicios; sin considerar lo que estas comercialicen, su crecimiento y permanencia en el mercado, está sujeto al volumen de ventas que realicen.

Si bien es cierto que la publicidad y la promoción —como herramientas del mercadeo— impulsan las ventas, así mismo lo es, que para que estas se den, necesitamos del apoyo de un equipo de vendedores. En pleno siglo XXI, muchos empresarios siguen pensando que los productos se venden solos, que para vender, no se necesita de mayores técnicas; ya que las ventas, son un arte u oficio que no requiere de estudios, desconociendo que en el mercado, junto a sus productos, hay un centenar de competidores.

Ante esta realidad, es necesario contar con una fuerza de ventas motivada, formada y entrenada en el área, con capacidades y habilidades en:

-Atención y escucha
-Comunicación eficaz
-Empatía
-Proactividad
-Perseverancia
-Planificación y Organización del trabajo
-Negociación

Sin embargo, a pesar de estas cualidades, las cuales una empresa puede poseer en sus vendedores, las mismas, no serán ventajas para ella, si no cuenta con una adecuada Administración de Ventas, por medio de la cual, se determinen, establezcan y alcancen los objetivos comerciales.
   
El éxito en la Administración de Ventas se obtendrá a partir de la fijación de propósitos y la visión que se tenga para guiar al equipo a lograr los objetivos propuestos. En esa guía, el responsable del equipo de ventas, más que ser un líder, debe ser un coach; debe renunciar a la figura de jefe, para ser un mentor de su equipo, por lo que es importante conocer a la persona y no al vendedor.

La Administración de Ventas se centra en dos (2) ejes fundamentales, a partir de los cuales, basa su función.

1. El Manejo de Personal: Agrupar y liderar al equipo para alcanzar los objetivos propuestos. El entrenamiento, la capacitación, la motivación y el acompañamiento, son indispensables para el desarrollo y desempeño del personal de ventas; así mismo, la supervisión, el control, la medición y evaluación, serán indispensables, para hacer los ajustes necesarios que impulsen el crecimiento del equipo de ventas.

2. La Estrategia Integral: Diseñar e implementar una política comercial transversal, que abarque el marketing, las ventas y el servicio; dicha política debe estar alineada a la misión y visión de la organización, para lo cual, el seguimiento y el análisis continuo, serán claves en su alcance. Se busca así, contribuir a la competitividad y crecimiento económico de la empresa, a través de las ventas.

No hay que olvidar, que todas las actividades de la empresa dependen de la óptima Administración de Ventas; sin los ingresos de las ventas, las empresas no tendrían recursos para apoyar la operación de las demás áreas que la integran.

Por lo tanto, mantener un seguimiento constante es clave, ya que le permite al responsable de las ventas en la organización, monitorear de cerca los indicadores comerciales, realizar los ajustes pertinentes, para administrar y mejorar su estructura de ventas, realizar una adecuada selección y contratación de vendedores, formarlos, potencializarlos e impulsarlos a ser ganadores.

De ahí, que las responsabilidades del administrador de ventas sean amplias, entre otras deberá velar por:

-La planeación y el presupuesto de ventas.
-La determinación del tamaño y la estructura de la organización de ventas.
-El reclutamiento, la selección y el entrenamiento de la fuerza de ventas.
-La asignación de la cuota de ventas.
-La compensación y la motivación del equipo de ventas.
-El análisis del volumen de ventas
-La integración de la fuerza de ventas con el marketing y el servicio al cliente.

En cuanto a la estructura de la organización de ventas, es responsabilidad del administrador de ventas, definir el tipo de categoría a utilizar para un adecuado desempeño del equipo de ventas, entre otros criterios que definen la organización de la fuerza de ventas, tenemos:

-Estructura por territorio
-Estructura por producto
-Estructura por cliente
-Estructura funcional
-Estructura mixta
-Etc