jueves, 12 de diciembre de 2019

El servicio como factor diferenciador y competitivo


No todo el que atiende lo hace con disposición, quien atiende debe hacer empatía para entender al cliente y tener opciones de solución. 

Actualmente, en un mercado en que las empresas compiten de tú a tú, y en el que el margen de diferenciación entre ellas, es mínimo, existe la necesidad de una distinción entre estas. Por lo anterior, es necesario mostrar factores de diferenciaciónque le den identidad con respecto a su competencia, a través de los cuales puedan obtener esa ventaja competitiva, que las lleve a conseguir nuevos clientes, en condiciones de mercado exigentes.

Así pues, el servicio como factor diferenciador, es la llave que las empresas usan para abrir la puerta de la competitividad, y con el que marcan un plus, que acompañe la oferta de sus productos en el mercado, para lo cual es pertinente conocer a los clientes, saber cuáles son sus necesidades y brindarles soluciones. 
“El mercadeo de hoy debe enfocarse en la gente. Si las empresas quieren lograr el éxito a través de sus productos, tienen que interactuar constantemente con sus públicos. Actualmente, el principal activo de las organizaciones no es el dinero, sino los clientes que generan reconocimiento en la empresa, y a la vez garantizan su sostenibilidad y no solo su continuidad” (Ramírez, 2018).

Por esto, es importante no solo, desde el área de marketing, ventas y servicio al cliente de la organización, trabajar por vincular nuevos clientes, sino también, fortalecer las relaciones comerciales con los actuales (existentes), así como recuperar los perdidos (retirados). Razón por la cual, una dosis de AMOR aplicada a los clientes, resulta una estrategia certera para Atraerlos, Motivarlos, Orientarlos y Retenerlos.
Como expone y afirma Harold Silva (2018), El servicio al cliente es una de las herramientas más importantes de fidelización para una organización, así como una de las más eficaces y usadas por las empresas para diferenciarse de su competencia y desarrollar una ventaja competitiva sostenible.  

Agrega que, “Parece un servicio más que deben cumplir las empresas, pero lo cierto es que es de vital importancia a la hora de ofrecer una propuesta de valor que ayude a las organizaciones a posicionarse cada vez más y brindar buenas experiencias de usuario y relacionamiento”.
   
De igual forma, indica que, “Si bien los clientes externos son primordiales, el servicio debe pensarse también desde los clientes internos, los mismos empleados de la empresa, con una cultura de servicio que les permita sentirse motivados y poder brindar un buen servicio en ambientes externos”. 
   
Por ello se puede aseverar que, el Endomarketing es clave a la hora de impulsar y fomentar el servicio al cliente como cultura y filosofía organizacional, ya que de la forma como se mire, trate, oriente, atienda y sirva al cliente interno (empleado), éste replicará dicho modelo en el cliente externo. De ahí que, es imprescindible “lograr que aquellos que se dedican al servicio al cliente se sientan motivados a prestar un buen servicio y convertirse en orientadores y facilitadores de soluciones”.

Así mismo, es conveniente señalar que el servicio como estrategia es mucho más que valor agregado, implica apoyo, va más allá de la atención y se relaciona con prestaciones y actividades antes, durante y después de una relación comercial. Es mucho más que amabilidad y gentileza (Schnarch, 2017).
   
En suma, el servicio al cliente como factor diferenciador y competitivo es un proceso que implica el conocimiento de los competidores y clientes, de tal manera que nos facilite marcar la diferencia en el mercado a través de la oferta del servicio como un plus, que los consumidores reconozcan y valoren, al considerar sus compras. 

martes, 10 de diciembre de 2019

Diseño Interior del Punto de Venta (PDV)


Como su nombre lo indica, el interior del PDV se concibe bajo el principio de un diseño de espacio físico que facilite:

1. La circulación de los clientes
2. La colocación del mobiliario
3. La colocación de las cajas registradoras
4. La iluminación y señalética
5. Las exhibiciones especiales por fuera del lineal de ventas

Para cumplir con los puntos anteriores, es necesario determinar la cantidad de metros cuadrados (m2) del establecimiento (superficie, piso de venta), para lo cual, deberá trabajarse con lo que en merchandising se denomina layout y planometría, técnicas empleadas para la disposición, distribución y asignación del espacio interior, con el fin de organizar o implantar cada una de las secciones del negocio y distribuir los muebles (mobiliario), maniquíes y demás elementos del mix de merchandising (mezcla de merchandising), dejando establecidas las zonas del punto de venta, las cuales son dos: zona caliente y zona fría.

La planometría consiste en ordenar en una góndola o estantería, un grupo de productos afines, dando a cada marca, un espacio que guarde relación con la participación, que cada una tenga en el mercado. También se aplica a la distribución del área total de ventas de un establecimiento comercial, asignando a cada sección que conforma el negocio, un espacio que guarde relación con el aporte de ventas y utilidades, que cada una de ellas represente.

Por otra parte, el layout muestra —a través de un diseño o plano del establecimiento comercial— los distintos espacios que se manejarán en el interior del negocio, incluyendo los patrones de tráfico o pasillos de circulación, como también la disposición de góndolas, las zonas de pago, las puertas de acceso (entrada y salida) y en algunos casos, las zonas de bodega y de servicios extras.

De acuerdo con la revista institucional, Empresa & Desarrollo (2016) “El layout contempla una estrategia sobre la disposición de los elementos físicos, pero también considera la experiencia de usuario. Se enfoca en dar tránsito al consumidor en las tiendas comerciales, y lo dirige no sólo a las zonas donde están los productos de mayor salida sino también hacia aquellos que queremos potenciar”. 

Por otra parte, Lisbeth Serrano (2018) de Informa BTL, con relación al diseño interior del punto de venta, considera que es necesario que se elija el diseño más conveniente para la tienda, de acuerdo con los tipos de layout, entre otros diseños, destacan los siguientes:

  • Recto: es comúnmente usado en tiendas minoristas, y tiende a ser más sencillo de armar, aunque en ocasiones no se puede apreciar otra zona, dado el acomodo de anaqueles. Es económico.
  • Diagonal: este diseño permite al retailer (detallista) tener una mejor distribución y dar una visibilidad más efectiva; es utilizado con frecuencia en tiendas de autoservicio, además de favorecer el tránsito del cliente e invitarlo a atender cada estante.
  • Angular: retailers especializados y de venta de productos de alta gama, son los PDV donde se ve el uso de este layout, ya que las curvas y ángulos permiten al shopper apreciar los productos de una mejor manera y contribuyen a un mayor tránsito dentro de la tienda.
  • Geométrico: utilizado principalmente por tiendas departamentales o de moda, este diseño recurre al uso de bastidores y mobiliario especial que lo hace lucir más atractivo para el cliente.
  • Mixto: gracias a este diseño que contempla diagonales, estantes ubicados en forma recta y ángulos, hace que la distribución sea más funcional, y al mismo tiempo guiar el tráfico hacia el fondo del PDV y los extremos.

jueves, 5 de diciembre de 2019

Cross merchandising y Micro merchandising en el Punto de Venta


Estos dos conceptos del merchandising se desarrollan en el punto de venta como una manera de organizarlo para incentivar la compra. El cross merchandising es una técnica del merchandising que tiene por objetivo impulsar la venta cruzada, a partir de la exhibición conjunta de productos complementarios en los espacios disponibles, lo que obliga a multiplicar los efectos de las campañas publicitarias y promocionales. 

La venta cruzada (cross sale), al igual que la venta adicional (additional sale) buscan un objetivo en común: más ventas. Así pues, en los lineales de ventas, cajas registradoras y otros espacios adicionales disponibles, se exhiben productos complementarios que representen para el usuario o cliente alguna ventaja.

Cada punto de venta (PDV) es un mundo diferente que atiende clientes diferentes, con gustos diferentes, con capacidad de compra diferente y con estilo de vida diferente, razón por la cual, es necesario aplicar micro merchandising, el cual consiste en diseñar a la medida de los clientes de cada punto de venta, su publicidad, merchandising y posicionamiento.

Así, de acuerdo al presupuesto de venta y sus indicadores, es susceptible desarrollar actividades que estimulen la compra en el punto de venta. Por ende, cada establecimiento, según políticas comerciales, goza de autonomía para elaborar sus propias promociones y exhibiciones, esto, con el fin de generar rotación en los productos y rentabilidad a través de la venta activa, sea esta adicional o cruzada, como se mencionó antes.

El Merchandising acelera la venta en el sitio, potenciando los atributos del producto, resaltando y comunicando sus características, haciendo que luzca atractivo a los ojos del comprador. En consecuencia, es responsabilidad del merchandiser crear un ambiente acogedor y potenciar los espacios de venta del establecimiento a cargo.

Por lo anterior, se debe propiciar la presentación activa de los productos a través de exhibiciones dinámicas, que comuniquen, expresen, despierten y provoquen en los compradores el deseo de llevarlos.

Para conseguirlo, nada más acertado, que aplicar en el almacén los principios del merchandising, los cuales son: Rentabilidad, Ubicación, Impacto, Disponibilidad, Precio y Exhibición.

Todo establecimiento dispone de una serie de atributos y cualidades, es decir, de ventajas diferenciales que favorecen el acto de compra del cliente. Estos atributos son: el emplazamiento del punto de venta, la organización, el tráfico de clientes, la ambientación e imagen de la superficie de ventas, etc. (CEAC, 2000).

En suma, el punto de venta es un espacio concebido para exponer sus productos sobre el mobiliario con el que cuente (varía según naturaleza de la tienda), lo que hace que las acciones de merchandising se desarrollen por secciones, posibilitando la venta cruzada, para lo cual, se sustituye la presentación pasiva del producto en el lineal de ventas, por una presentación activa con la que se busca atraer la atención del cliente, propiciando la compra por impulso.