martes, 2 de octubre de 2018

Oniomanía, adicción a comprar

“Las buenas decisiones siempre se meditan; haga lo mismo con sus compras”.

Compramos y compramos sin necesitar lo que compramos. Si este es su caso, o conoce de alguien que padece de este síntoma, usted o esa persona, puede estar padeciendo de una conducta impulsiva denominada Oniomanía. En el mundo del Marketing, la adicción a las compras es un tema polémico. De hecho, los mercadólogos se rehúsan a pensar que la tendencia a comprar de más, sea una adicción como tal. Otros profesionales de las Ciencias Sociales, por el contrario, sostienen que ese comportamiento cumple con las características de un desorden de personalidad, el cual se manifiesta junto a otras alteraciones emocionales, tales como el impulso.

Indistintamente de la apreciación, la oniomanía es una realidad, y quienes la sufren, no lo admiten, por temor a ser vistos como compradores que se dejan seducir por el merchandising, la promoción, la publicidad y las ofertas; siendo considerados como "presas fáciles" que no dominan el impulso irresistible de comprar cosas que no necesitan y que al adquirirlas, viven un momento de satisfacción y autorealización, que en la etapa de postcompra se transforma en arrepintimiento y en sentimiento de culpa, por haber gastado dinero de más. 


Los individuos que padecen este trastorno, el cual no es exclusivo de un grupo de referencia específico —lo viven todos los estratos sociales— gastan más de lo que ganan, sus tarjetas de crédito rebasan el cupo asignado, llegando a extra cupos con tal de llevar lo que les atrae y que no necesariamente es una necesidad que deban suplir.

Es importante diferenciar entre la compra innecesaria y la compra ocasional, por cuanto los establecimientos comerciales, a través de las técnicas de exhibición y la seducción, buscan que más y más compradores adquieran más y más productos de la cartera que ofrecen. Así pues, la compra ocasional es una oportunidad de compra por conveniencia que aprovechan los consumidores como respuesta a incentivos promocionales (descuentos, rebajas y demás).

En cuanto a la compra innecesaria, la cual es consecuencia de un trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad, es menester decir que hoy en día, no es exclusiva de las mujeres, muy por el contrario, el número de hombres que compran como consecuencia de la oniomanía, va en aumento, ya que las compras son una sensación de escape y de liberación que experimentan los sujetos, siendo causa o motivo para quienes se refugian en ellas.


De una manera u otra, las compras compulsivas son un pretexto, o cortina de humo, para huir de problemas personales, de pareja o de padecimientos como ansiedad, estrés, o para superar complejos, ganar reconocimientos, prestigio social, etc. En todo caso, quien se beneficia con este tipo de compradores, es el comercio. 

Por tal razón, es prioritaro reconocer las señales que indican si una persona es compradora compulsiva. Según el portal Finanzas Personales.co algunas de esas señales son:   

- Una constante a ir de compras y gastar grandes cantidades de dinero en momentos de tristeza, desespero o angustia.
- La compra de cantidades excesivas de artículos que nunca se usan, sobre todo si ya los poseen en casa. Los compradores compulsivos pueden comprar grandes cantidades de ropa, por ejemplo, cuando tienen exceso de ella y lo que es peor, sin haber sido estrenada. 
- Salir corriendo a gastar altas sumas de dinero en la compra de artículos innecesarios en lugar de pagar los servicios públicos u otras obligaciones. 
- Mentir acerca de las compras o la cantidad de dinero que se gasta.
- Pedir prestado para comprar. 
- Suspender las obligaciones laborales para salir de shopper.

El comportamiento del oniomaníaco es obsesivo, y como tal, para ser tratado, éste debe reconocer su adicción. A partir de ahí, la ayuda estará orientada al control del número de compras que realice, ya que es inevitable realizar compras, por cuanto en la vida todos somos vendedores y compradores. El tratamiento de la compra compulsiva es similar al de la adición por las apuestas, en ambos casos, hay un  patrón de comportamiento adictivo que debe confrontarse con el fin de obtener un nivel normal y sano de compra.

De acuerdo a los especialistas, algunas actividades que como terapia pueden realizar los oniomaníacos para llegar a un nivel normal de compras, son:

1. Planifique la compra, al ir de compras, realice una lista de lo que va a adquirir y cíñase a ella. El costo de comprar cosas que no necesitas puede privarte de las que sí requieres y que son más urgentes.
2. No compres para sentirte mejor. Que la compra no sea un mecanismo de escape, que al final te endeude.
3. No permanezca más de media hora en el supermercado o sitio de compra, ya que si lo hace, tiene mayor riesgo de comprar aunque no necesite las cosas, por cuanto la tentación de los descuentos, las promociones u ofertas, terminaran influyendo.
4. Antes de hacer la fila de la caja, deténgase un minuto y analice todo lo que lleva en el carrito. Hágase la pregunta: ¿Realmente necesito esto?
5. Evite caer en tentaciones. Identifique cuáles son los establecimientos que le invitan a comprar y manténgase alejado de esos lugares: centros comerciales, cafeterías, tiendas de ropa u otros establecimientos comerciales.
6. Lleve un control de sus gastos. Esto le hará tomar conciencia de la manera en que gasta su dinero. En una libreta, mantenga el registro de todo lo que compra.
7. Busque un pasatiempo gratuito o barato para que comprar no sea el principal placer de su vida. Por ejemplo, camine o corra en el parque, vaya a museos, asista a conferencias o presentaciones de libros, lea, etcétera.
8. Si es un comprador compulsivo en extremo, guarde o rompa sus tarjetas de crédito y evite el uso de cajeros automáticos de forma constante. Lleve en el bolsillo solo el dinero necesario para cubrir las necesidades básicas del día.
9. Compra acompañado. Durante las compras lleva un acompañante, que te aconseje y evite que caigas en compras inoficiosas.
10. Evalúe y defina si puede pagarlo y a través de qué medio.

Las compras compulsivas son una enfermedad financiera que afecta los bolsillos de quienes la padecen, razón por la cual, los problemas económicos en los que se ven envueltos las personas adictas a ellas, son negativos, por cuanto  pueden marcar negativamente a los compradores, alejándolos por completo del comercio, lo que implica perder consumidores potenciales, por lo tanto, es menester del marketing, incentivar las compras racionales y responsables.


Referencias y lecturas adicionales: