jueves, 5 de diciembre de 2019

Cross merchandising y Micro merchandising en el Punto de Venta


Estos dos conceptos del merchandising se desarrollan en el punto de venta como una manera de organizarlo para incentivar la compra. El cross merchandising es una técnica del merchandising que tiene por objetivo impulsar la venta cruzada, a partir de la exhibición conjunta de productos complementarios en los espacios disponibles, lo que obliga a multiplicar los efectos de las campañas publicitarias y promocionales. 

La venta cruzada (cross sale), al igual que la venta adicional (additional sale) buscan un objetivo en común: más ventas. Así pues, en los lineales de ventas, cajas registradoras y otros espacios adicionales disponibles, se exhiben productos complementarios que representen para el usuario o cliente alguna ventaja.

Cada punto de venta (PDV) es un mundo diferente que atiende clientes diferentes, con gustos diferentes, con capacidad de compra diferente y con estilo de vida diferente, razón por la cual, es necesario aplicar micro merchandising, el cual consiste en diseñar a la medida de los clientes de cada punto de venta, su publicidad, merchandising y posicionamiento.

Así, de acuerdo al presupuesto de venta y sus indicadores, es susceptible desarrollar actividades que estimulen la compra en el punto de venta. Por ende, cada establecimiento, según políticas comerciales, goza de autonomía para elaborar sus propias promociones y exhibiciones, esto, con el fin de generar rotación en los productos y rentabilidad a través de la venta activa, sea esta adicional o cruzada, como se mencionó antes.

El Merchandising acelera la venta en el sitio, potenciando los atributos del producto, resaltando y comunicando sus características, haciendo que luzca atractivo a los ojos del comprador. En consecuencia, es responsabilidad del merchandiser crear un ambiente acogedor y potenciar los espacios de venta del establecimiento a cargo.

Por lo anterior, se debe propiciar la presentación activa de los productos a través de exhibiciones dinámicas, que comuniquen, expresen, despierten y provoquen en los compradores el deseo de llevarlos.

Para conseguirlo, nada más acertado, que aplicar en el almacén los principios del merchandising, los cuales son: Rentabilidad, Ubicación, Impacto, Disponibilidad, Precio y Exhibición.

Todo establecimiento dispone de una serie de atributos y cualidades, es decir, de ventajas diferenciales que favorecen el acto de compra del cliente. Estos atributos son: el emplazamiento del punto de venta, la organización, el tráfico de clientes, la ambientación e imagen de la superficie de ventas, etc. (CEAC, 2000).

En suma, el punto de venta es un espacio concebido para exponer sus productos sobre el mobiliario con el que cuente (varía según naturaleza de la tienda), lo que hace que las acciones de merchandising se desarrollen por secciones, posibilitando la venta cruzada, para lo cual, se sustituye la presentación pasiva del producto en el lineal de ventas, por una presentación activa con la que se busca atraer la atención del cliente, propiciando la compra por impulso.




lunes, 12 de agosto de 2019

Saber vender es útil para todos en la empresa


“En alguna etapa de tu vida, aun sin proponértelo, algo habrás vendido”
Campo Elías Camacho Marín

Siempre existe algo que vender. Para las empresas vender es sinónimo de resultados. Las ventas es la principal actividad que se realiza en todas las empresas, sin importar en que sector de la industria o la economía, se ubiquen.

Un rol fundamental de la gestión de ventas es ser puente entre el cliente y la empresa. Por eso, si el vendedor tiene la capacidad de agilizar los procesos y movilizar a las demás áreas de la empresa, logrará mejores resultados para los clientes. En tal sentido, es pertinente que todas las dependencias de la organización, sin tener en cuenta que tan cercanas o alejadas de los clientes son, deben mostrar una mayor sensibilidad de mercado, esto es, actitud de servicio y disposición a vender.

De ahí que, Lorenzo Cavalieri, en su libro Vender me Gusta (2013) afirme: “Ya no son sólo los vendedores los que deben vender”, lo que indica que sin importar el rol que ocupemos en la empresa, saber vender es útil para todos, ya que esta, con las ventas, crece en el mercado. 

Por consiguiente, cuidar a los clientes es la clave, razón por la cual, no solo es vender (hacer clientes nuevos), hay que fidelizar. Por tanto, la venta no termina con la adquisición del produservicio por parte del comprador, va más allá, implica la postventa, etapa en la que el seguimiento es indispensable, el cual genera conexión y seguridad con los clientes, implica la garantía del producto, telemercadeo por parte del vendedor o de servicio al cliente, para saber cómo le ha ido al consumidor con el uso del producto, si ha tenido dificultades o no, y lo más importante, solicitarle referidos.

Debido a que las necesidades de los consumidores son cambiantes y el entorno en que se desenvuelve la empresa es dinámico, las ventas constituyen hoy, una función central de la organización, por lo que la planificación comercial es base de la actividad gerencial al interior de esta. Sin un desarrollo apropiado (planificado) de esta función, la empresa carece de orientación, definición y dirección.

La planificación estratégica es un proceso de decisión que tiene como objetivo que la empresa se adapte de manera constante a su entorno y a los cambios de mercado, razón por la cual, dicha planeación, incluye el mercadeo como el área a liderar su participación y crecimiento de mercado, el cual se consigue con un buen volumen de ventas.

De modo que, Campo Elías Camacho Marín (2015) exprese “Un buen resultado en ventas, no es casualidad, es marketing”. En tal sentido, no hay porque seguir viendo de manera aislada y separada estas dos áreas de la empresa. Las ventas ayudan a planificar el mercadeo, a su vez, el mercadeo contribuye al éxito de las ventas.

Si bien es cierto que sus significados son diferentes (el marketing hace énfasis en las necesidades del cliente, mientras que las ventas, en las necesidades de la empresa), también lo es, que ambas funciones, son un solo corazón; con el que la empresa, gracias a los clientes, se mantiene viva en el mercado.

Por lo anterior, se considera que el vendedor es un gestor de relaciones con clientes. El marketing debe trabajar conjuntamente con los clientes para establecer relaciones que vayan más allá de una transacción comercial. “El cliente posible se transforma en potencial, después en comprador, cliente y finalmente en un socio de la organización” (Schnarch, 2017).

En suma, la venta no termina con la transacción, por el contrario, marca el inicio de una relación, de la que el comprador espera fiabilidad, atención y respaldo, y que a través del marketing relacional se le puede brindar. Así, es pertinente tener presente que el corazón de una empresa es el mercadeo. Su camino, las ventas. Su razón, los clientes.


  



miércoles, 31 de julio de 2019

Exhibición de Productos en el Punto de Venta

La exhibición es la acción que permite mostrar los productos en el punto de venta. Consiste en la selección, colocación y presentación de los mismos, en los lugares de venta, destinados para tal fin —mobiliario— de modo que atraigan la atención de los compradores actuales y potenciales, ocasionando su compra por impulso.

La presentación de los artículos en un establecimiento comercial se realiza mediante el uso de muebles especiales que permiten exponer a la vista y al alcance de los consumidores, el mayor número de productos posibles, durante el mayor tiempo posible.

Los objetivos de la exhibición son:
- Atraer la atención de los clientes sobre los productos
- Fomentar la fidelidad del cliente hacia el punto de venta
- Ofrecer el producto
- Brindar comodidad al cliente
- Apoyar las actividades promocionales u ofertas
- Recordar al consumidor un producto que necesita
- Provocar el acto de compra por impulso

De acuerdo con la disposición del punto de venta, el Administrador como responsable del sitio y de la exhibición, deberá organizarlo según:
1.     Situación de las secciones
2.     La circulación
3.     Zonas y puntos de venta fríos y calientes
4.     Elementos en el exterior del establecimiento
5.     Áreas complementarias: bodegaje, servicios adicionales y entretenimiento.

Una vez organizado el interior del punto de venta, establecidas y señaladas las distintas secciones, así como delimitados los pasillos, podemos considerar aplicar algunos tipos de exhibición.

Tipos de Exhibición
Indistintamente del tipo de exhibición que se aplique en el almacén, deberán crear en el consumidor el deseo de comprar, por lo que, para realizarlas, hay que tener en cuenta las actividades programadas, lo mismo que la temporada y los objetivos de venta. Así, podemos pensar en exhibiciones especiales y exhibiciones secundarias o adicionales (por fuera del lineal y la góndola).

Toda exhibición ha de contar con una excelente presentación para poder atraer por completo la mirada del público que constantemente frecuenta los sitios de venta. El responsable de cada sección, debe aplicar un buen merchandising y emplear los mejores elementos para su elaboración, lo cual es fundamental en la rotación del producto que forme parte de la exhibición.

De acuerdo con la revista “Retail Merchandiser”, los consumidores realizan gran parte de las decisiones de compra directamente en el piso de ventas, por lo que una exhibición efectiva de los productos puede influir en varias de ellas.

Básicamente se habla de cuatro (4) tipos de exhibiciones principales y son:
1.     Exhibición vertical
2.     Exhibición horizontal
3.     Exhibición por bloques
4.     Exhibición de doble franja

Actualmente, se emplean otras formas de exhibición en el punto promocional, son modelos de exhibición aplicables a cualquier establecimiento comercial, de tal manera, que se aprovechen al máximo los espacios dentro del local; razón por la cual, es importante planear adecuadamente en qué forma se van a exhibir los productos, cómo se van a distribuir los muebles, las vitrinas, el escaparate y demás espacios que le darán ambiente al negocio.

Entre las exhibiciones adicionales o complementarias, tenemos:
  • Exhibición emblemática
  • Exhibición en columna
  • Exhibición en islas
  • Exhibición en corte de caja
  • Exhibición en ganchos
  • Exhibición en madera
  • Exhibición en árbol
  • Exhibición en punta de góndola
  • Exhibición mamut
  • Exhibición en cajas registradoras
  • Etc...
Toda exhibición debe reunir una serie de características y/o condiciones que garanticen su funcionalidad y objetivos. Por este motivo, debe ser visible y atractiva, al tiempo que comunique, recordemos que el merchandising es comunicación visual en el punto de venta.

Características de la Exhibición
En primera instancia, es recomendable que toda exhibición —indistintamente de mostrar productos antiguos o nuevos en el mercado— debe ambientar el punto de venta, lo que significa que debe ser llamativa, colorida, imponente, pero al alcance de los consumidores, con precios indicados y si es necesario, con degustaciones especiales.

De acuerdo con Humberto Martínez Cruz (2018), una exhibición debe reunir las siguientes características: sencilla, visible, atractiva, accesible, comunicativa, rellenable, segura, alegre, limpia, estable y con precio visible.

Para los almacenes que operan bajo el formato discount hard, las exhibiciones sencillas representan menores costos de operación y se traducen en precios más bajos para los productos.

En tal sentido, Luis Fernando Gallo (2012) director de PriceSmart Colombia, afirma: "La estrategia de exhibición se basa en poner ‘tesoros’ –productos exclusivos con precios que no tienen comparación– en la parte más visible, para que la gente los vea de inmediato y se los pueda llevar".

Por lo anterior, para concluir, es importante que el merchandiser sea creativo, innove y se atreva a combinar, a tal punto, que a través de workshop diseñe exhibiciones que brinden experiencias memorables a los compradores, en donde se mezclen productos, objetos, colores, y demás elementos del mix de merchandising, que pareciesen no tener relación, y que al final, generan sinergia en la exhibición, haciéndola amigable, conectando al consumidor con la marca y el punto de venta.  



Referencias:
El Arte de Seducir: Merchandising. Humberto Martínez Cruz (2018)
https://www.dinero.com/negocios/articulo/el-fenomeno-pricesmart/151492