En un mercado que gira a gran
velocidad y en donde las exigencias en cuanto a calidad, precios, servicio y
tecnología son mayores, las empresas hacen uso de la comunicación como soporte
en los procesos de mercadeo y ventas.
Por medio de la comunicación, una
organización responde a las exigencias del mercado, promueve su nombre, imagen
y actividad comercial, a un público objetivo (target).
La comunicación en Marketing
concentra sus esfuerzos en seducir y entusiasmar al cliente para que compre un
producto o servicio ofrecido. Debe ser objetiva, generar confianza y
fomentar un compromiso con el consumidor, basado en el respeto que se le
demuestre, brindándole información confiable y veraz, sobre ofertas,
promociones y precios.
A partir de este principio, la
comunicación estimula la demanda a través de la publicidad, la
promoción y la venta personal. Al considerar este conjunto de elementos,
una empresa desarrolla y transmite al mercado la mezcla de
comunicaciones, generando respuestas por parte del público consumidor.
Para que estas respuestas sean
positivas, toda compañía en sus procesos de ventas, deberá ejecutar acciones
que encaminen al cliente a la compra de sus productos. En tal sentido, se debe
establecer una comunicación centrada en saber qué le interesa al cliente, para
luego transmitirle una solución acorde a sus necesidades, cumpliendo así, con
el principio de la comunicación bilateral (dos sentidos).
Bajo este enfoque, en el
proceso de intercambio de comunicación, tanto la empresa, como el cliente,
asumirán simultáneamente, los roles de emisor y receptor. De acuerdo a este enunciado,
en mercadeo y ventas, la comunicación bilateral es la única válida,
teniendo en cuenta que, con su aplicación, se establece una información en dos
sentidos: de empresa a cliente y de cliente a empresa.
Por lo que hoy, cualquier
organización debe saber que la base de su negocio es la relación con sus
clientes, de modo que habrá de manejarla a través de la comunicación,
como soporte en sus procesos de marketing.